La colposcopia se usa para la detección de células cancerígenas o células anormales que se pueden volver cancerosas en el cuello uterino, la vagina o la vulva. Esta prueba también funciona para la detección de otras afecciones médicas, como verrugas genitales o crecimientos no cancerosos llamados pólipos. Entendemos que tengas algunas dudas al respecto, por lo tanto, en este artículo te contaremos más sobre este estudio.
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) nos dice que es necesario acudir a un médico para determinar la edad ideal para realizar este estudio. El doctor puede aconsejar a todas las mujeres entre los 21 y 65 años de edad que no tengan antecedentes recientes de pruebas de detección sobre la importancia de hacerse pruebas de detección. Todo esto se debe determinar dependiendo del historial de la paciente.
Un médico será el encargado de indicar una colposcopia, puede darse el caso si el examen de papanicolaou tiene un resultado anormal. Si se encuentra un área inusual de células durante el procedimiento de colposcopía, es posible que se tome una muestra de tejido para un análisis de laboratorio (biopsia).
A través de la colposcopía se puede diagnosticar lo siguiente:
La paciente se acostará en una camilla en la posición que le indique el especialista. Se le colocará un espéculo, que permite ensanchar la abertura vaginal, y servirá para visualizar el cuello del útero con el colposcopio.
Después que se tomó la citología, se limpia con ácido acético diluido que, además de limpiar el flujo y los detritus celulares, resalta aquellas células del cuello del útero que puedan tener alguna anormalidad.
Este procedimiento dura de 4 a 10 minutos y requiere una detenida exploración de cada una de las zonas del cuello del útero y registrar aquellas imágenes que resulten dudosas o sospechosas.
Es necesario que la paciente no esté con la menstruación para realizar la prueba.
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