Lamentablemente nadie está exento de sufrir un accidente, en donde se vea afectada la movilidad en alguna parte de nuestro cuerpo. Sin embargo, existe una especialidad médica que podría ser de gran apoyo en esta etapa.
Si sufriste algún accidente recientemente tal vez la fisioterapia debe formar parte de tu proceso de recuperación.
El encargado de tu rehabilitación deberá determinar cuánto durará este proceso y sienta que estás listo para abandonar el tratamiento.
Al comenzar con el tratamiento suele ser normal sentir algo de dolor debido a que la lesión sigue presente. Si no se trata correctamente podría dificultar tu vida sana. El fisioterapeuta te ayudará a controlar, reducir o incluso eliminarlo.
En la parte donde hayas sufrido el accidente, notarás una disminución de movimiento y de su función en general. El encargado de tu rehabilitación se encargará de crearte una rutina donde puedas recuperar la amplitud de movimiento y su función.
Además de tratar la zona donde está tu lesión actual, también te ayudará a fortalecer otras partes de tu cuerpo, por lo que podría evitar que se vuelva a repetir otra lesión similar.
Durante la primera sesión, deberás saber cuales son los principales objetivos de la terapia. Deben ser objetivos realistas y alcanzables basándose en la evaluación inicial. Cuando superes estos objetivos tal vez sea momento de dejar la terapia.
Completando el punto anterior, siempre escucha lo que el experto tenga que decir. Ellos tienen el objetivo de ayudarte a recuperarte y no los necesites otra vez. Él te ayudará a determinar cuándo es el momento de dejar la terapia.
Acude a tus citas, y cuando sea el momento de dejarlo, tu terapeuta te ayudará a hacer la transición.
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Enrique Sada Muguerza 17, Cd. Satélite, 53100 Naucalpan de Juárez, Méx.
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Los quistes ováricos son sacos o bolsas llenos de líquido en un ovario o en su superficie. Las mujeres tienen dos ovarios; cada uno tiene el tamaño y la forma de una almendra y está ubicado a un lado del útero.
Se le conoce como aneurisma a cualquier tipo de protuberancia o abultamiento anormal en las paredes de un vaso sanguíneo, el cual puede romperse y causar una hemorragia interna, provocando una condición de salud grave e incluso la muerte.
